martes, 4 de febrero de 2014

LA VANIDAD DE LA JUVENTUD ACTUAL

“Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad”. Eclesiastés 1:2.


Es la primera vez que escribo en un Blog, no soy la más conocedora de la palabra, pero ésto fue algo que Dios hizo sentir en mi corazón, y quería expresarlo de alguna forma.

La palabra “vanidad”, no sólo tiene que ver con querer verse bien siempre, sino que tiene que ver con cosas que no son útiles, o que carecen de valor moral. Vivimos en el tiempo en el que nosotros los jóvenes le damos demasiada importancia a cualquier cosa que realmente no nos edifica o nos deja algo bueno para nuestras vidas. Ciertamente, por la edad en la que nos encontramos, todo nos llama la atención, nos queremos comer el mundo y pensamos que no pasará nada, que estamos demasiado jóvenes y que tenemos toda una vida por delante, por lo cual, como dicen por ahí, hacemos cosas “buenas” o que a nosotros nos parecen buenas, pero que ciertamente no lo son.

Cristo quiere que le sirvamos en nuestra juventud, lo dice en la Biblia. “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuáles digas: no tengo en ellos contentamiento” Eclesiastés 12:1. Los propósitos que tiene Él para nuestras vidas, son mucho más grandes de lo que nuestra mente puede alcanzar a imaginarse, pero el enemigo quiere, como siempre, levarnos hacia el lado equivocado, poniendo frente a nosotros cosas que sabe que como personas de corta edad nos llaman la atención.

Es cierto que muchas veces caemos, porque la tentación es muy fuerte, hasta Jesús fue tentado por Satanás cuando ayunó 40 días (Lucas 4:1-13), sin embargo, en la Biblia dice que nosotros debemos ser imitadores de Jesucristo, y así como Él le dijo “aléjate Satanás”, nosotros también tenemos que alejarlo de nosotros y mantener firme la mirada en Dios, que es el que tiene preparada nuestra corona de victoria cuando estemos allá con él después de pelear la buena batalla y haber guardado la fe, como lo dijo el Apóstol Pablo antes de morir.

Muchas veces nos preocupamos porque las cosas no nos salen como pensamos, tenemos muchas metas por cumplir, muchos sueños que queremos realizar, pero en ocasiones llegan a complicarse las situaciones y llegamos a frustrarnos. Pero la palabra de Dios dice que debemos buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás nos será añadido, así que ¡sin preocupaciones! Dios te ama y tiene grandes planes para ti.

Aunque sintamos que no merecemos tanto amor por parte de Dios porque nos sentimos las peores personas del mundo, Él cada día nos da muchas muestras de ese gran amor incondicional que nos tuvo, nos tiene y nos tendrá por siempre, simplemente con despertar, con respirar, con ver brillar el sol, con ver las nubes o las aves en el cielo, Él nos está demostrando que nos da una nueva oportunidad más para servirle y amarle, así que si estás arrepentido de tus pecados y quieres ponerte a cuentas con Cristo, sólo repite esta oración:

“Señor Jesús, en esta hora reconozco que soy un pecador, pero que a pesar de eso tú me amas. Gracias por ese amor incondicional que te hizo entregarte en esa cruz, que te hizo tomar mi lugar en ese sitio que tú no merecías estar, perdona mis pecados, yo quiero servirte y quiero que cumplas tu propósito en mí. Te pido que escribas mi nombre en el libro de la vida, muchas gracias por todo, Amén”.


¡Que Dios te bendiga! Y que su paz esté siempre contigo     

Kathia* :)


No hay comentarios.:

Publicar un comentario